Soy Catalina, vengo de una familia enorme, donde todos son emprendedores, aprendí con todos ellos un modo de vivir. Tengo una mente inquieta, amo hacer y saber. Estudié diseño de vestuario, me he dedicado a hacer accesorios, y también tuve una tienda de restauración de muebles en Santiago.
Viví en Lima, donde estudié orfebrería, mi sueño de infancia y fue en Perú, país que amo, donde volví al tema de las manualidades porque necesitaba hacer algo, y conocer personas.
De regreso en Chile, hace tres años, tomé en mis manos La Casita. Mis hijos eran chicos y no quería viajar a Santiago, y se me ocurrió traer a Viña todos los talleres que yo quería hacer. Eso significaba que iba tener un trabajo donde iba poder organizarme y a la vez estar con mis niños. Y así empecé.
La Casita existe hace 20 años, mi mamá ahí tenía una fábrica de chocolate y galletas y hacía clases de cocina. Pero todos la conocían porque era la casa de la señora de Santa Claus.
Lo que más recuerda la gente era el venir y encontrar un lugar calientito, con olor a pan de Pascua, con olor a dulce, a galleta jengibre, a casa, a hogar y ese ambiente es lo que quiero seguir entregando. Nos gusta la magia y la magia está en Talleres La Casita.