Cuando me mudé a Viña el año pasado no conocía a nadie y a través de Facebook me encontré con Talleres La Casita y me encantó desde el primer día.
Me integré al grupo del Taller de Bordado al que vengo todos los jueves; y no sólo me reencontré con mi amor por hacer cosas con mis manos, sino que encontré un hogar.
Lo que más me gusta es el grupo que se armó y la diversidad de cosas que hacemos, porque se llama taller libre de bordado y es MUY LIBRE y eso para mi es ¡VITAL!
Lo recomiendo a ojos cerrados, vengan porque de verdad no se arrepentirán. Y es que #lohacemostodoconelcorazon